La Ira

“UN DÍA DE INVIERNO, INGRESÓ UN DISCÍPULO DEL REBE A SU CASA Y NOTÓ QUE LA HABITACIÓN ESTABA LLENDA DE HUMO PROVENIENTE DEL HOGAR. INMEDIATAMENTE, FUE A BUSCAR AL ASISTENTE DEL REBE PARA QUE APAGUE EL FUEGO Y VENTILE EL CUARTO.

‘MÁS TARDE, ESTE JASID LE PREGUNTÓ A SU MAESTRO: ¿POR QUÉ NO LE DIJO NADA AL ASISTENTE? Y EL REBE RESPONDIÓ: LA PRIMERA VEZ SE PIDE SUAVEMENTE, LA SEGUNDA SE LEVANTA LA VOZ Y PARA LA TERCERA YA SE LLEGA A LA IRA. POR ESO PREFIERO CALLARME DE UN INICIO.”

(TOMADO DE LA PUBLICACIÓN DE “HAR HAMORIA” (Rab Menajem ABDELJAK): ‘TORAT EMET’ –MENSAJES DE LA PERASHÁ SEMANAL Y PERLAS DE LA ESCUELA DEL RABÍ NAJMAN DE BRESLEV-, Nº 49).-