Encontrando Palabras...

“REB ITZJAK DE TULCHIN, EL HIJO DE RABÍ NATÁN, SOLÍA CONVERSAR CON SU PADRE RESPECTO A SUS DIFICULTADES EN EL DESARROLLO ESPIRITUAL. CIERTA VEZ LE MANIFESTÓ SU FRUSTRACIÓN, DICIENDO QUE SUS DEVOCIONES SE HABÍAN DEBILITADO Y QUE NO PODÍA MEDITAR COMO CORRESPONDÍA. EL RABÍ NATÁN LE CONTESTÓ A SU HIJO QUE PRECISAMENTE EN ESA DIFICULTAD SE BASABA LA GRANDEZA DEL REY DAVID. MUCHAS VECES EL MISMO REY DAVID DESEABA ORAR PERO NO PODÍA ENCONTRAR LAS PALABRAS PARA HABLARLE A D-OS. PERO ÉL SABÍA QUE NO HAY QUE DESESPERAR. EN LUGAR DE ABANDONAR, GEMÍA Y LLORABA DELANTE DE D-OS QUEJÁNDOSE DEL HECHO DE QUE SU BOCA ESTUVIESE CERRADA Y POR NO PODER ENCONTRAR LAS PALABRAS ADECUADAS. ESTO MISMO ERA SU PLEGARIA. D-OS ACEPTABA ENTONCES SUS RUEGOS Y LE DABA AL REY DAVID LA INSPIRACIÓN COMO PARA ENCONTRAR LAS PALABRAS CORRECTAS CON LAS CUALES PODÍA DERRAMAR SU CORAZÓN. DE HECHO, D-OS DESEA QUE LE OREMOS PIDIÉNDOLE SER CAPACES DE ORAR ADECUADAMENTE (AVANEA BARZEL, PG. 70 #53).”

(“LA HAGADÁ DE BRESLOV”, Página 61).-